Cuando llega diciembre, Múnich se transforma en un escenario de cuento. Las luces decoran fachadas, el aroma a canela y vino caliente llena el aire, y las plazas del centro de la ciudad acogen algunos de los mercadillos navideños más bonitos de Europa. Vivir la Navidad en Múnich es una experiencia envolvente, que combina tradición, belleza y alegría.

Fechas para no perderse

La temporada navideña en Múnich comienza oficialmente el 27 de noviembre, cuando se inauguran los mercadillos más emblemáticos, y se extiende hasta el 24 de diciembre, fecha en la que la ciudad se recoge para celebrar la Nochebuena. Es entre el 22 y el 23 de diciembre cuando la ciudad alcanza su punto álgido de actividad navideña: los mercados están en su máximo esplendor, los villancicos resuenan en cada esquina y el ambiente es sencillamente mágico.

El corazón de la Navidad: Marienplatz

El epicentro de la celebración está en Marienplatz, la plaza principal del centro histórico. Allí se encuentra el Christkindlmarkt, el mercadillo navideño más tradicional y antiguo de la ciudad. Un enorme árbol de Navidad decorado con miles de luces preside la plaza, mientras decenas de puestos de madera ofrecen desde artesanía local hasta dulces típicos, como el lebkuchen (pan de jengibre) o el stollen.

Pasear por este mercado es sumergirse en un ambiente festivo lleno de música en directo, coros navideños y una decoración que deslumbra. No faltan las especialidades bávaras, como salchichas, bretzels recién horneados y el infaltable Glühwein, servido caliente en tazas con diseño propio.

Una Navidad diferente en la Torre China

Para quienes buscan una experiencia más tranquila y alternativa, el mercado junto a la Torre China, en el Englischen Garten, es una joya menos conocida pero igualmente encantadora. Rodeado de naturaleza, con carruajes tirados por caballos, luces suaves y una atmósfera acogedora, este mercadillo ofrece un respiro del bullicio del centro.

En este entorno, ideal para familias o parejas, hay juegos como el curling bávaro, puestos de decoración artesanal, música tradicional y rincones para sentarse junto al fuego. Además, al estar en uno de los parques urbanos más grandes del mundo, el paseo hasta allí ya es una experiencia en sí misma.

Mercadillos con estilo propio

Además del mercado principal y el del Jardín Inglés, Múnich acoge otros mercadillos con identidad única. El Pink Christmas, por ejemplo, ofrece una alternativa divertida e inclusiva en el barrio de Glockenbachviertel, con espectáculos drag, luces rosas y ambiente festivo y diverso. Otro favorito es el mercadillo medieval de Wittelsbacherplatz, donde se recrea el espíritu navideño de épocas pasadas, con trajes de época, productos artesanos y entretenimiento callejero.

Los mercadillos no son solo lugares para comprar, sino también para compartir. Son punto de encuentro para los locales, que tras salir del trabajo se reúnen con amigos para tomar una copa de vino caliente, probar una salchicha especiada o simplemente disfrutar de la ciudad iluminada.

Decoración, tradiciones y música

En cualquier rincón de la ciudad, la decoración navideña es protagonista. Los escaparates, balcones y calles lucen guirnaldas, velas y figuras tradicionales como los cascanueces y los ángeles de madera. La iglesia de San Miguel, una de las más bellas de Múnich, se convierte en un lugar aún más especial con su iluminación interior, que acoge misas y conciertos.

Las melodías de Adviento acompañan los paseos y los sonidos del invierno se mezclan con las risas, el crujido de la nieve bajo los pies y el bullicio alegre de los mercados.

Pistas de hielo y actividades familiares

Durante la Navidad, Múnich instala varias pistas de hielo en distintos puntos de la ciudad. Patinar rodeado de luces, con música festiva y el vapor del chocolate caliente en las manos, es una imagen que queda grabada en la memoria. También hay carruseles tradicionales, talleres de manualidades y espectáculos pensados para los más pequeños.

La ciudad está pensada para que toda la familia disfrute. Desde el 27 de noviembre hasta el 24 de diciembre, es fácil encontrar planes para todos los gustos, ya sea explorando puestos de comida típica, disfrutando de una función de títeres o simplemente observando el ir y venir de los visitantes bajo la nieve.

Consejos para disfrutar al máximo

Si vas a visitar los mercadillos navideños de Múnich, lo ideal es hacerlo con calma. Planea pasar al menos dos días para saborear la ciudad con tranquilidad. Comienza por el Christkindlmarkt, sigue por mercados más pequeños como el de Sendlinger Tor o el medieval, y dedica una tarde a pasear por el Englischen Garten hasta llegar al mercado de la Torre China.

Vístete bien: el frío es parte del encanto, pero no está de más llevar ropa térmica, guantes y gorro. Y no te olvides de dejar espacio en la maleta: los productos artesanos, adornos de cristal o cerámica y dulces típicos son recuerdos perfectos de esta época del año.

Una escapada inolvidable

Desde el 27 de noviembre hasta el 24 de diciembre, la ciudad de Múnich ofrece un espectáculo sensorial lleno de encanto, tradición y alegría. Ya sea caminando por el centro de la ciudad, cruzando el Englischer Garten o descubriendo mercados escondidos, cada paso revela una nueva razón para enamorarse de esta capital bávara.

Los mercadillos navideños de Múnich no son solo una atracción turística: son una forma de vivir la Navidad de manera auténtica, rodeado de historia, belleza y un ambiente acogedor que invita a quedarse un poco más. Y cuando llega la noche del 24 de diciembre, las luces siguen encendidas, recordando que, incluso en el silencio, la magia continúa.